Fragmento de Luces De Bohemia.
El Tema es la provocación del modernista Dorio de Gádex y reacción del periodista don Filiberto.
Resumen.
Los jóvenes modernistas están entre bromas en la redacción del
periódico El
Popular, mientras
el periodista don Filiberto llama al Ministerio. Dorio de Gádex
ridiculiza al director del periódico por su servilismo al poder. Don
Filiberto entonces discute con él, tildando a los modernistas de
irreverentes por no respetar nada, y termina depositando su confianza
en otros jóvenes distintos a ellos que sí poseen civismo.
Estructura interna.
En este fragmento podemos diferenciar dos partes
de contenido.
1.
Primera parte del
contenido: primera
acotación y primera intervención de Dorio de Gádex. El modernista provoca al
periodista.
Idea
principal:
sátira Dorio de Gádex sobre el servilismo del periódico El
Popular al
presidente García Prieto.
2.
Segunda parte del
contenido: desde la
segunda acotación hasta el final. Discusión entre el
modernista y el periodista.
Idea principal:
Quejas de Don Filiberto por la falta de respeto hacia todo de los
modernistas.
Comentario Crítico.
Este fragmento perteneciente a la obra teatral Luces de bohemia, de Valle-Inclán. Es la más importante del autor por haber dado lugar al
fenómeno literario del esperpento. Supone una crítica total a la
sociedad española. Apunta no sólo a los de arriba o a las instituciones,
sino a todos. Estamos ante una crítica colectiva de la vida de España,
según esa frase de Valle: “España es una deformación grotesca de la
civilización europea”, lo cual le llevó a la creación del esperpento.
El fragmento propuesto está inserto en la escena séptima, cuando los modernistas acuden al periódico para
protestar por la detención de Max Estrella, el poeta ciego protagonista
de la obra que vive su última noche de vida. Se desarrolla ante
nosotros una provocación, en la que un joven modernista ridiculiza el
servilismo del periódico hacia el poder de García Prieto (marqués de
Alhucemas) y una reacción del periodista que ha recibido a los jóvenes.
Ambos personajes reflejan a dos grupos sociales distintos del momento,
los periodistas adaptados al sistema y los jóvenes modernistas
antisistema.
El esperpento está presente en este texto a través de distintos aspectos: la ridiculización de la oratoria
del marqués de Alhucemas, la descripción del periodista, la
tendencia sin límites a criticarlo todo por parte del joven modernista,
las estampas grotescas de distintos personajes importantes de la
sociedad española... Mientras que el hilo de la
acción suponía poder sacar a Max Estrella de la cárcel, los modernistas
parecen más interesados en enfrascarse en discusiones con don Filiberto.
Un siglo después, la situación de crisis de la sociedad española parece
igual de trágica que la reflejada en Luces de bohemia, heredera de la
crisis del 98. Las personas con dotes artísticas importantes tienen que
mendigar para poder subsistir, como le pasa a Max Estrella, pues no
podemos decir que hoy día se favorezca el talento y el trabajo
expresado a través del arte, a no ser que se participe de la corrupción
cultural en manos de un mercado de masas falto de calidad. El
movimiento obrero y social estalla en continuas protestas sin fruto,
como también se refleja en la obra. La corrupción política no decrece.
El pueblo no cree en las instituciones.En cuanto al fragmento, la existencia de un periodismo
al servicio del poder es algo de la mayor actualidad. El control
ejercido por los grupos políticos y financieros sobre los medios de
comunicación de masas es inmenso. El don Filiberto de la obra de Valle
está actualmente presente en muchísimas redacciones. Ya sea para
mantener un puesto de trabajo a toda costa o simplemente por falta de
ética, la mayoría de los periodistas se atienen a repetir una
interpretación de la realidad llena de eufemismos que cuenta lo que ocurre en nuestro país de una manera que hace que el sistema siga manteniendo a los poderosos en el mismo lugar.
Con respecto a los jóvenes del texto, la juventud irrespetuosa
modernista de Luces de bohemia se pierde en la propia crítica, entrando
en un bucle en el que lo que les importa es el propio placer de
criticar. La juventud cívica y reflexiva a la que alude don Filiberto no
deja de ser leal, como él, a unos poderosos que mantienen las
injusticias contra el pueblo. En nuestro siglo también tenemos grupos de
jóvenes que denuncian las injusticias de forma activa y organizada,
pero que no son bien vistos por los medios de comunicación que protegen
el sistema que nos está llenando de pequeñas tragedias. Por otra parte,
hay gran cantidad de jóvenes responsables y estudiosos: estos últimos
prefieren no pensar mucho en la situación de crisis para no
desmoralizarse y están a la espera.
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